Muchas personas adoptan como original mascota un cerdo vietnamita, un animal que, cuando es una cría, apenas llega a los tres kilos de peso, pero que rápidamente alcanza los 80 kilos, lo que imposibilita tenerlo en un piso y, por ello, en muchas ocasiones los cerdos acaban abandonados en el monte, lo que supone un grave incumplimiento de la normativa medioambiental