Actualmente, para eliminar este plástico se utilizan procesos que implican elementos químicos corrosivos, como el ácido nítrico, y que pueden llevar varios meses pero científicos del CSIC han descubierto un método inesperado que ayudaría a lidiar con este problema: la polilla de la cera, o Galleria mellonella, que normalmente se alimenta de miel y cera de los paneles de las abejas, es capaz de degradar el polietileno