La Comunidad potencia la ganadería regional mediante la selección y mejora genética de las razas

El director gerente del  Instituto Madrileño de Investigación y  Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), Ricardo Riquelme, recibió esta semana a  una de las asociaciones de ganaderos de la Sierra Oeste  interesada en visitar el Centro de Testaje de la Comunidad de Madrid en  Aranjuez, en el que se realizan las pruebas necesarias para la selección y  mejora de las razas ganaderas.

Esta actividad ganadera es fundamental para la conservación de las  áreas rurales de la región y para el mantenimiento de su actividad  económica, y por ello el Gobierno regional, a través del IMIDRA, trabaja  para fomentar la mejora y selección ganadera, especialmente en lo que se  refiere a razas autóctonas. Para ello dispone de dos centros de testaje, uno  en la finca La Chimenea, en Aranjuez, y el segundo en Colmenar Viejo, que  permiten testar hasta 320 terneros al año.

Estos centros de testaje se crearon con el fin de que las asociaciones de criadores de ganado bovino de razas puras de aptitud cárnica pudieran  realizar las pruebas de descendencia y rendimiento que permiten la valoración de sementales.  Son un método indispensable para el progreso  genético de los animales de estas razas, explotadas para la producción de carne, ya que se traducen en una mejora de la rentabilidad de las  explotaciones.

El principal problema que afrontan actualmente los ganaderos madrileños es  la dificultad de mantener la rentabilidad de sus explotaciones debido al bajo  precio de los animales y el encarecimiento de los piensos. En este sentido,  la mejora de la producción y la rentabilidad que supone el testaje del ganado  resulta indispensable para el sostenimiento del sector.

El objetivo de estos centros es la selección y mejora genética de las  razas con el fin de aumentar la productividad para incrementar la  rentabilidad económica de las explotaciones, es decir, producir más kilos de  carne a menor coste.

El testaje consiste en la valoración individual de una serie de animales  atendiendo a los criterios de raza y engorde, con el objetivo de estudiar su  comportamiento en cebo para una posterior selección de sementales. Para  ello se establecen unas fechas de seguimiento y cada animal es pesado y  medido, y se sigue su evolución mediante dispositivos electrónicos que  informan de la cantidad de alimento que consumen.

Para los ganaderos conocer qué animales son más productivos es  una información valiosa, ya que permite realizar una selección genética de  reproductores de gran calidad que garantice una mayor rentabilidad de su  explotación, y por tanto, ser más competitivo y mantener la actividad. Con el  servicio prestado en estos centros, la Comunidad de Madrid colabora en la  mejora de las explotaciones ganaderas de la región y en el mantenimiento  de las zonas rurales.