Los veterinarios, de nuevo a la calle: “Debe volver el sentido común a la legislación que nos rige”

Los veterinarios volverán a salir a la calle en Madrid el 18 de noviembre para reclamar una legislación “justa, científica y alineada con Europa”. Las concentraciones, convocadas por el Comité de Crisis Veterinario, quieren visibilizar la situación de un sector que asegura vivir “bajo una espada de Damocles” por la actual normativa sanitaria.
La primera cita será el 9 de noviembre en la Plaça Sant Jaume de Barcelona, donde, bajo el lema “Los veterinarios recetan ciencia y dignidad”, la plaza se transformará simbólicamente en “la clínica veterinaria más grande del país”. Entre las 11:00 y las 14:00 horas, los profesionales realizarán revisiones veterinarias a perros acompañados por sus tutores, en una performance colectiva destinada a mostrar a la sociedad “la verdadera esencia de la profesión veterinaria: ciencia, criterio clínico y compromiso con la salud animal, humana y ambiental”.
Desde VetsUnidos, plataforma que agrupa a veterinarios de distintas provincias, aseguran en AnimalCare que estas movilizaciones son “una llamada al diálogo y al respeto profesional”. “Queremos trasladar un mensaje de lucha, no solo por nuestros derechos, que están siendo pisoteados. Ninguna profesión sanitaria trabaja con tanta inseguridad jurídica como nosotros en estos momentos”, señalan.
Los veterinarios afirman sentirse “ignorados” por la administración. “Hemos iniciado diálogo con el Gobierno, pero tenemos la sensación de que se están riendo de nosotros, que no tienen ninguna intención de atender nuestras demandas. Solo nos queda la opción del pueblo que quiere hacerse oír: la calle”, denuncian.
Las principales reivindicaciones del colectivo pasan por la derogación del Real Decreto 666/2023, que, según sostienen, “limita la autonomía clínica veterinaria” y los sitúa “en desigualdad frente a nuestros homólogos europeos”. Entre otras medidas, piden respeto al criterio clínico, la posibilidad de dispensar y fraccionar medicamentos en clínica con trazabilidad, una reducción del IVA al tipo sanitario y una simplificación de la carga burocrática que imponen herramientas como el sistema PRESVET.
EL DERECHO DEL VETERINARIO A DISPENSAR MEDICAMENTOS
Uno de los puntos más sensibles es el derecho del veterinario a dispensar medicamentos directamente, una práctica que, según explican, “proporciona un servicio imprescindible, inmediato y con criterio clínico probado”. “El suministro directo lo requieren los tutores, y su eficacia está sobradamente probada. Limitar el tratamiento inmediato a nuestros pacientes no tiene justificación técnica ni sanitaria”, afirman a este medio desde VetsUnidos.
Además, recuerdan que el Reglamento Europeo 2019/6 reconoce explícitamente el derecho del veterinario a vender por menor medicamentos veterinarios dentro del ejercicio clínico. “Es una cuestión de seguridad, eficacia y sentido común. El veterinario es el único profesional con formación específica en farmacología y terapéutica animal, y la normativa española está ignorando ese hecho”, sostienen.
MADRID: DESTINO DE LA SEGUNDA GRAN MOVILIZACIÓN
La segunda gran movilización será el 18 de noviembre en Madrid, frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Allí, el Comité de Crisis Veterinario espera reunir a profesionales de toda España para exigir “una legislación que respete el criterio profesional y la autonomía clínica veterinaria”. El colectivo insiste en que su lucha “no busca privilegios, sino igualdad con el resto de Europa y el reconocimiento del papel esencial de la veterinaria en la salud pública”.
En palabras de VetsUnidos, “los veterinarios lo único que necesitamos es que vuelva el sentido común a la legislación que nos rige”. Denuncian que trabajan en “un ambiente de inseguridad jurídica constante”, sin saber si una decisión clínica puede acabar en sanción, y se ven obligados a modificar tratamientos “por exigencias burocráticas y no científicas”.
“Defender a los veterinarios es defender la salud animal, la salud pública y el bienestar de todos”, afirman desde el grupo. Por eso, concluyen, “pedimos diálogo con las administraciones y una respuesta institucional que ponga fin al bloqueo y abra una mesa de trabajo con intenciones reales. Con la salud animal no se juega”.