La profesión veterinaria refuerza su compromiso con el bienestar emocional en el Día Mundial de la Salud Mental 2025
Cada 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental invita a reflexionar sobre la importancia de garantizar el bienestar psicológico como parte esencial de la salud pública. Como cada año, las instituciones y organismos internacionales insisten en que no hay salud sin salud mental, y en la necesidad de promover entornos laborales, educativos y comunitarios más saludables, donde el cuidado emocional forme parte de las políticas de prevención y desarrollo social.
En España, el Ministerio de Sanidad ha aprobado recientemente el Plan de Acción de Salud Mental 2025–2027, que refuerza la Estrategia Nacional y actualiza sus prioridades. El documento impulsa nuevos modelos de atención comunitaria, la eliminación progresiva de contenciones, la prescripción social y la creación de una guía para detectar y prevenir riesgos psicosociales en el trabajo. Además, subraya la necesidad de cuidar la salud mental del propio personal sanitario, promoviendo entornos más humanos, seguros y sostenibles dentro del sistema de salud.
En este contexto, la salud mental se consolida también como una prioridad en el ámbito veterinario, donde el desgaste profesional y el estrés emocional se han convertido en un reto colectivo.
Aquí, la evidencia disponible dibuja un panorama claro: el malestar emocional en la profesión veterinaria es elevado y, además, está creciendo. En este sentido, un estudio de la UNED en 2024, que contó con el apoyo de Boehringer Ingelheim, mostró que la prevalencia de problemas de salud mental es mayor en mujeres: 36,9% de burnout alto frente al 25,5% en hombres; 22,4% de nivel medio (hombres 18,6%); y solo 40,7% de burnout bajo (hombres 55,9%). Las diferencias se concentran en agotamiento y deterioro emocional.
Un segundo bloque de investigación de la UNED permitió comparar la situación en 2025 entre el 23 de febrero y el 17 de marzo de 2025. Los resultados mostraron un aumento significativo tanto de las fuentes de estrés como del burnout severo.
Lo que mostró es que el patrón de riesgo, antes más acusado en mujeres, jóvenes y empleados, se ha generalizado al conjunto del colectivo. Entre las consecuencias que reflejan los comentarios abiertos figuran la intención de abandonar la clínica, cierres o jubilaciones y un incremento de la demanda de atención psicológica.
En la misma línea, el Colegio de Veterinarios de Valencia confirma la tendencia: de 150 colegiados, el 30,1% reconoce estar “mal” (22,4%) o “muy mal/no poder más” (7,7%). Entre los síntomas más citados: mal sueño (32,2%), apatía (14%) y gran cansancio acumulado (9,1%). Las causas son multifactoriales: sobrecarga e inercia de horarios, precariedad o conflictos con clientes y compañeros.
LAS INSTITUCIONES VETERINARIAS SE MOVILIZAN POR LA SALUD MENTAL
En un momento en que el bienestar profesional se ha convertido en un asunto de primer orden, las principales instituciones del sector veterinario están impulsando medidas concretas para abordar el creciente malestar emocional entre los profesionales.
En este sentido, el nuevo presidente de la OCV, Gonzalo Moreno del Val, subrayaba en una entrevista para Animal’s Health la necesidad de afrontar la precariedad, el exceso de facultades, el abandono y el burnout desde la cooperación con facultades, agentes sociales y administraciones, sustentando las reivindicaciones en datos contrastados y estudios de impacto en salud pública.
Por su parte, el Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) anunciaba este año la ampliación de su Servicio de Atención Psiquiátrica y Psicológica, una iniciativa pionera en el sector que desde su creación en 2020 ha atendido ya a más de 400 colegiados.
Y es que, según los datos del Colegio, para el 70% de los usuarios fue su primer contacto con un servicio de salud mental, destacando la confidencialidad y la rapidez de acceso como principales ventajas frente a la red pública.
Con este refuerzo, Colvema busca responder al aumento de la demanda de apoyo especializado y seguir impulsando medidas que ayuden a los veterinarios a gestionar el estrés, la autoexigencia y la sobrecarga emocional derivada del trabajo clínico.
RECURSOS DEL SECTOR VETERINARIO PARA REDUCIR EL ‘BURNOUT’
Las compañías del sector veterinario también están llevando a cabo acciones muy concretas para acompañar a los profesionales más allá de la técnica clínica, con formación en liderazgo, gestión emocional y organización del trabajo.
En el caso de MSD Animal Health, impulsan el ciclo VetTalks: voces que inspiran, con contenidos sobre gestión de equipos, estrés e inteligencia emocional, finanzas para no financieros y escucha activa.
En la misma línea de profesionalización, Fatro y la Universidad Europea de Madrid han lanzado el Posgrado en Factor Humano en Organizaciones Veterinarias y un ciclo de webinars VetSICS con módulos sobre persuasión e influencia, mejora continua, primeros auxilios psicológicos, manejo del burnout y la fatiga por compasión, y gestión del cambio.
Complementa este bloque Provet Cloud con un kit específico de bienestar y burnout que ofrece guía descargable para líderes y una charla de María Vitoria, orientadas a construir cultura organizativa más saludable.
El bienestar práctico y la cultura saludable también llegan en formatos cercanos. En este sentido, Elanco presentó el Calendario Vetnia 2025, que recorre el año con pautas aplicadas: respiración para el manejo del estrés (invierno, Germán Jurado), apoyo social como factor protector (primavera, Jaume Fatjó), prevención frente al burnout (verano, Luis M. Martín-López) y comunicación asertiva (otoño, Mar Félix).
La prevención también baja a las aulas. Livisto, a través de Happy Vet Project, llevó a la Universidad Autónoma de Barcelona la sesión ‘Hablemos de burnout’, con herramientas de autoconocimiento, orientación de itinerario profesional y autogestión emocional para estudiantes que inician la carrera.
Por su parte, Hill’s Pet Nutrition, en colaboración con la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA), ha impulsado un certificado internacional de desarrollo profesional y bienestar personal dirigido a estudiantes de Veterinaria. Este programa busca ayudar a los futuros veterinarios a diseñar su propia hoja de ruta profesional y a incorporar desde la etapa universitaria estrategias concretas para proteger su bienestar emocional y afrontar los desafíos del ejercicio clínico.
Además, desde Perivet, expertos en peritaje veterinario, recuerdan que la salud mental no es solo una cuestión humana, sino que también está profundamente conectada con el bienestar de los animales.
De esta manera, el perito veterinario desempeña un papel clave al poder evaluar, mediante análisis clínico y del comportamiento, el impacto emocional que determinadas experiencias generan en los animales. Estos informes permiten determinar de forma objetiva su estado psicológico y contribuir a que este se tenga en cuenta en los procedimientos legales.
LA SALUD MENTAL EN LA INDUSTRIA VETERINARIA
Asimismo, en el ámbito empresarial, Zoetis España ha obtenido la Certificación en Salud Mental (Great People/Great Place to Work) y refuerza políticas de flexibilidad, apoyo a familias, desarrollo e igualdad, apoyadas por Personify Health (webinars y retos de autocuidado), contenidos preventivos con Cigna y el servicio ICAS de apoyo psicológico, legal y financiero para empleados y familias.
En el plano de la concienciación global, Dechra ha vuelto a sumarse a la carrera solidaria ‘Race Around the World’ de Not One More Vet (NOMV), cubriendo la inscripción de su plantilla y vinculando la donación al número de participantes. La colaboración incluye la integración de cursos de bienestar de NOMV en Dechra Academy y la traducción de materiales para ampliar su alcance internacional.
Por último, la divulgación y los testimonios están ayudando a normalizar la conversación sobre salud mental. Un ejemplo es el podcast de Virbac, en el que Elena Diéguez compartió en ‘El lado que no siempre se cuenta’ su experiencia superando el burnout y ofrece señales de alerta y claves prácticas que conectan con la realidad diaria de las clínicas. En conjunto, estas propuestas empresariales complementan las líneas institucionales y colegiales, y empujan hacia una cultura de bienestar más amplia y sostenida en el tiempo.