El servicio es exclusivo para los colegiados y absolutamente confidencial. A lo largo de 2021, fueron atendidos 110 colegiados y 74 recibieron el alta. Un dato muy relevante es que, para el 75% de los colegiados, fue el primer contacto con una consulta de salud mental.
Las especialistas del servicio realizaron 286 consultas psiquiátricas y 318 psicológicas. El perfil de veterinarios atendidos es de mujer (78%), joven, con una edad media de 37,1 años (el 52%, menos de 35 años, 23% entre 35 y 44 años, y 25% más de 45). En relación a su actividad laboral, el sector de la clínica de pequeños animales es el más presente, ya que el 59 % de los colegiados atendidos, ejercen la profesión como asalariados en clínicas y el 23 % tiene clínica propia.
96 veterinarios se beneficiaron de la atención psicológica, consistente en 5 sesiones enfocadas a aprender pautas que ayuden el manejo del estrés ante determinadas situaciones laborales (por la carga de trabajo o por otro tipo de dificultades) o personales que lo aumenten. Esta actividad ha sido muy bien acogida y valorada por los usuarios. Son veterinarios sin trastorno psiquiátrico, pero con elevados niveles de estrés que se traduce en síntomas con ansiedad, problemas del sueño, etc… Se trata por tanto de una actividad con un importante carácter preventivo.
De estos 96 veterinarios, 46 recibieron también atención psiquiátrica, para ayudar a resolver algunos síntomas en relación con la falta de ánimo, la ansiedad o el sueño. Además otros 14 veterinarios se han beneficiado sólo de tratamiento psiquiátrico.
El estrés laboral, con un 60%, fue la causa que concentró el mayor número de consultas y para el 75% de los veterinarios atendidos, fue su primer contacto con la salud mental, lo que pone de relieve la necesidad del programa.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN
La casuística presentada en estos doce meses, evidencia que es necesario promover cada vez más medidas de prevención y protección de la salud mental entre los veterinarios y la conveniencia de ser atendidos por especialistas que ofrezcan tratamientos apropiados y oportunos.
En general, los veterinarios atendidos, muy responsables y vocacionales en su profesión, trabajan muchas horas en jornadas que se prolongan más de lo deseable, una sobrecarga laboral que afecta a su calidad de vida. La pandemia ha incrementado la inestabilidad emocional y laboral, combinación que ha favorecido la aparición de más situaciones de estrés. La patología más prevalente son los trastornos adaptativos con sintomatología ansiosa y depresivos.
CONCLUSIONES
Este servicio está ya consolidando en el Colegio y está teniendo una amplia aceptación y valoración por los veterinarios atendidos en el programa. La demanda de atención es elevada y se ha mantenido estable, entre 8-9 al mes.
Los datos mostrados ponen de manifiesto la necesidad de continuar la promoción de medidas de prevención y protección de la salud mental entre los profesionales veterinarios. Es necesario también profundizar en las causas de estos problemas para poder implementar soluciones que ayuden a prevenir la aparición de la patología.
