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El científico Luis Enjuanes, destaca la necesidad de reforzar los sistemas sanitarios tanto para la salud humana como animal, en la jornada One Health, retransmitida desde Colvema

Ayer tuvo lugar, desde la sede de Colvema e inaugurada por su presidente, Felipe Vilas, la jornada sobre '¿Cómo prevenir futuras pandemias?', organizada por CEVA Salud Animal, en la que participó Luis Enjuanes, cuyo equipo está a cargo del desarrollo de la vacuna española frente a Covid 19 y Quim Segalés, investigador del IRTA, quien apostó por la preparación y anticipación frente a las pandemias

Viernes, 4 de junio de 2021

El presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas, fue el encargado de inaugurar la segunda de las jornadas ‘El futuro es One Health’, que han sido retransmitidas desde la sede colegial, ya que ‘los veterinarios estamos completamente comprometidos en todo lo que conlleve un enfoque de una sola salud, animal, humana y del medio ambiente’.

En ella, bajo el título ‘¿Cómo podemos prevenir futuras pandemias?', participaron los prestigiosos científicos Luis Enjuanes y Quim Segalés, a los que dio la bienvenida y destacó sus amplios méritos en la investigación de vacunas animales y humanas.

En concreto, Luis Enjuanes, profesor de virología en Madrid, es el jefe del laboratorio de Covid-19 en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde dirige el equipo que está desarrollando en la actualidad una vacuna, que ya está en fase avanzada y requiere de una técnica diferente a otras, ya que se trata de una de las denominadas vacunas ‘esterilizantes’. El presidente se mostró muy satisfecho de tener en el Colegio a este eminente científico que además ha tenido en su trayectoria, mucho contacto con los veterinarios.

De Quim Segalés, Vilas destacó su alto nivel científico y la gran defensa que ha hecho, desde que comenzó la pandemia, del papel fundamental que deben tener los veterinarios en ésta y en cualquier otra que pudiera producirse en el futuro.

El profesor Enjuanes, comenzó hablando de la gran capacidad de mutación que tienen los virus ya que son grandes generadores de variabilidad genética y ofreció el dato de que, sólo en el tracto entérico humano, existen más de 1200 virus distintos.

También quiso resaltar la gran influencia del cambio climático en la diseminación de enfermedades infecciosas. El clima, dijo, y en concreto la temperatura y la humedad, afecta a la diseminación de vectores virales como garrapatas y mosquitos y puso como ejemplo la lengua azul, que se transmite a través del mosquito del género Culicoides. El aumento de temperaturas, ha hecho que estos mosquitos sobrevivan incluso en épocas invernales y que la enfermedad se propague de forma más amplia y prolongada en el tiempo. Es decir, las condiciones meteorológicas influyen en la capacidad del vector de infectarse, replicar y transmitir el virus, como ha ocurrido también con el virus del Nilo Occidental.

Ya hablando de los coronavirus, explicó que se conocen 7 que puedan afectar a humanos y todos proceden de los murciélagos, de donde pasan luego a otro animal hospedador intermediario y, de ahí al hombre. El problema, dijo, ‘es que estos murciélagos están ahora volando por todo el mundo y puede aparecer en cualquier momento una epidemia o pandemia nuevas’.

Sobre los más recientes: SARS-CoV (2002), MERS-CoV (2012) y SARS-Cov-2 (2019), mencionó la diferencia existente en cuanto a su capacidad infectiva y mortalidad relacionada.

En el caso del virus MERS que provocó en 2012 cerca de 900 muertes en Oriente Medio y que afecta a los camellos (en Oriente son animales domésticos también) y se puede transmitir de ellos a los humanos fácilmente, la mortalidad es mucho mayor que la del causante de la actual pandemia. De hecho es de un 37% frente a un 2% de la Covid-19. Esto significa que, si este virus, llegase a tener la capacidad de transmitirse rápidamente de humano a humano, estaríamos ante una pandemia mucho peor que la actual, ya que significaría la muerte de 1 de cada 3 infectados. Por ello, el científico insistió en que se debe invertir continuamente en investigación y en laboratorios de alta seguridad, formación de personal, etc. para estar preparados ante futuras pandemias que son una amenaza real.

Tanto en el SARS.CoV como el SARS-Cov-2 , se ha visto que la civeta es un animal en el que se encontraron ambos virus, con lo que es un hospedador intermediario entre el murciélago (origen) y el hombre, algo que ya está demostrado. En China, la civeta se considera un 'manjar' y se venden vivas en los llamados mercados “húmedos” por lo que la transmisión del virus a otros animales y a humanos es fácil y así ha ocurrido.

Mostró su preocupación ante el politropismo del virus SARS-CoV-2, es decir, que puede crecer en cualquier tejido u órgano de nuestro cuerpo, no es exclusivamente respiratorio o entérico como era el SARS. Esto es debido a que la superficie del virus tiene 4 aminoácidos en las espículas que incluyen un ‘sitio de corte por proteasas’, necesario para que infecte. La proteína que se encarga de ello es la furina y está en todos los tejidos del organismo (cerebro, corazón, riñón , epitelio nasal, páncreas…).

En cuanto a la llamada “vacuna española”, que está desarrollando el equipo que lidera, explicó que se trata de una vacuna de un tipo diferente a las que conocemos y que solo hay otras 4 en el mundo que se estén desarrollando, de similares características.

Ellos trabajan en unas  vacunas que llaman ‘Replicones RNA’ que están basadas en moléculas de RNA pero que llevan un sistema de auto amplificación del RNA de manera que se puede amplificar entre 1000 y 5000 veces.

Para crearla, partieron de un clon infectivo del virus que tiene un genoma extremadamente largo. Fueron eliminando de la secuencia genética los genes uno a uno y cuando eliminaron el gen E, observaron que eso había atenuado al virus. Si infectaban a  los ratone transgénicos  (trabajan en el CISA que es un centro veterinario) con el virus con el gen E morían a los 6 días, pero si era con el que no llevaba el gen E no tenían infección.

Luego probaron a inmunizar a unos ratones si y a otros no y someterles a una carga viral grande del SARS-CoV-2 y vieron que era efectiva la vacuna y sobrevivían el 100%. Comprobaron que este virus sin gen E se podía amplificar y cuando estudiaron su replicación vieron que no se diseminaba, es decir, se generaban viriones dentro de las células con la estructura polimérica del virus nativo, pero no podían pasar de una célula a otra, por lo que se trata de una vacuna muy inmunogénica, que ya no puede revertir a virulenta, como pasaba en otras vacunas clásicas.


Varios miembros de la junta de gobierno de Colvema asistieron a la jornada. De izquierda a derecha: Eloy Marino (secretario), Felipe Vilas (presidente), Luis Enjuanes y Ana Pérez Fuentes (vicepresidenta)

Cuando a ratones inmunizados con la nueva vacuna, se les inoculaban 100.000 dosis infectivas del virus original, a los 3-4 días no encontraban ese mismo virus que se había inoculado y por eso se llama “inmunidad esterilizante”, porque estos ratones estaban tan bien inmunizados, que no permitían la replicación de las dosis infectivas que se les había administrado.

Para finalizar su intervención, quiso destacar que, para luchar frente a futuras pandemias no se puede improvisar y hay que tener todo institucionalizado, con laboratorios con experiencia e instalaciones adecuadas y debemos estar preparados para combatir las enfermedades animales y humanas. Los 'virus no conocen fronteras y por tanto hay que reforzar los sistemas sanitarios tanto para personas como para animales', concluyó.

A continuación, el catedrático de sanidad animal de la facultad de veterinaria CEU Cardenal Herrera, Santiago vega, que moderaba la jornada, presentó a Quim Segalés, investigador del IRTA-Cresa, quien habló del papel que pueden jugar los cerdos en futuras pandemias. 

Hay patógenos del cerdo que son zoonósicos y pueden transmitirse a través de la carne o a nivel ambiental, pero no todos ellos tienen un potencial pandémico. Recordó que de las enfermedades infecciosas emergentes el 75% son zoonosis  y de todas lahhs infecciosas en general de los humanas, el 60% son zoonosis. De hecho, las enfermedades zoonósicas son responsables de 2,7 millones de muertes al año en el mundo.

En el caso de los cerdos, según el experto, es difícil que se produzca un contagio masivo a humanos porque, con la higiene necesaria, la contaminación oro-fecal es complicada. Sería posible si la contaminación fuera aerógena y el patógeno afectase a vías respiratorias altas. Serían por tanto los más “probables”, los virus de la influenza (en general, no solo porcina) y el virus Nipah que ya ha provocando epidemias a nivel local y en diferentes partes del mundo.

Ya se declaró pandemia en su momento la influenza aviar en 2009-2010 y ha habido varías epidemias en Rusia y Hong Kong.

El virus Nipah, tiene su origen en Malasia y viene de un murciélago. La mortalidad en humanos es del 50%, a causa de una encefalitis. Por ahora, está muy circunscrito al área del sudeste asiático: Malasia, India, Bangladesh, etc. Pueden pasar a personas por la savia de la palmera datilera que puede tener virus por las heces de los murciélagos y se ha visto que en esas zonas se pueden infectar cerdos por comer frutas de esos árboles. Es improbable que eso pase en Europa u otros países en los que los cerdos comen pienso, pero si el virus adquiriese capacidad de pasar a humanos fácilmente sería peligroso o si llegase a través de carne de animales infectados.

En opinión del experto, a modo de conclusiones, zoonosis las hay en todas las especies domésticas, pero el cerdo tiene un potencial pandémico bastante limitado. Aun así hay que mantenerse alerta porque la ecología de los animales domésticos es cambiante y también sus microorganismos y, finalmente, destacó el papel fundamental del veterinario en el One Health. ya que lo más importante en cualquier pandemia e sla infección en origen y se está viendo que suelen ser principalmente animales.

Explicó que los costes de combatir una pandemia son muchísimo mayores que los de prevenirla (vacunas) y por ello hay que invertir en investigación, laboratorios y formación del personal, para estar preparados y no llegar tarde. Para Segalés es fundamental la preparación y la anticipación, lo que significa necesariamente inversión en investigación y colaboración internacional.

Para terminar, la representante de CEVA Salud Animal, labortorio promotor de la jornada,  Susana Mesonero, agradeció su intervención  a los ponentes, al Colegio de Veterinarios de Madrid y en especial al moderador de ambas sesiones, Santiago Vega, quien a modo de conclusión de ambas jornadas recalcó, una vez más, que la relación entre salud animal y humana y el medio ambiente es absoluta y se debe tratar como una salud única (One Health).