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Una veterinaria de la UCM dirige un proyecto para proporcionar asistencia sanitaria a perros de zonas desfavorecidas y educar a la población en los riesgos de las zoonosis para la salud humana

Marta Pedraja, que actualmente está realizando su doctorado en la Facultad de Veterinaria de la UCM es, al mismo tiempo, la directora científica Proyecto de Cooperación Veterinaria al Desarrollo "Pacific Hope", que ha desplazado un equipo de veterinarios y auxiliares a la isla de Nomuka (Polinesia, Pacifico) donde trabajan para el control de la población canina mediante esterilización quirúrgica, el tratamiento de las enfermedades más comunes y la mejora del bienestar animal y la educación y concienciación de la comunidad en los riegos para la salud humana de las zoonosis (One Health)

Jueves, 28 de junio de 2018

Desde Colvema, hemos hablado con Marta Pedraja, una veterinaria verdaderamente vocacional, que actualmente está realizando en la Facultad de Veterinaria de la UCM, donde estudió, un doctorado en Farmacología sobre Medicamentos Esenciales en Países en vías de desarrollo, lo que compagina con su trabajo en una clínica veterinaria que colabora con protectoras al mismo tiempo y, por supuesto, con su labor en el proyecto solidario "Pacific Hope".


Marta Pedraja, atendiendo a uno de los pacientes que acuden a la clínica

En octubre de 2018, Alice Forrest, una bióloga marina y de conservación, junto a Ángel Grimaldi, veterinario de vida silvestre, visitaron la isla y decidieron crear el proyecto Pacific Hope con la intención de paliar ese problema. Manuel Gago, veterinario clínico y compañero de estudios de Grimaldi en la Universidad de Santiago de Compostela, puso en contacto a Pacific Hope con la complutense Marta Pedraja, que cuenta con una amplia experiencia en proyectos de cooperación veterinaria al desarrollo en países como Nepal y Tailandia.

Así pues, Los veterinarios Ágel, Marta ayudados por Alice (bióloga que hacía labores de ATV) y Peta, una auxiliar australiana, viajaron hasta la isla y han realizado un duro pero gratificante trabajo.


 

Nomuka tiene la particularidad de ser una isla, así que "la capacidad de migrar de los animales a otros parajes más prósperos está bloqueada". Eso lleva a "una población, con un crecimiento descontrolado (canina (conviven unas 350 personas con más de 200 perros) y una situación sanitaria precaria, en la que los perros de Nomuka sufren desnutrición, parasitaciones masivas y otras enfermedades infectocontagiosas que podrían ser transmitidas a las personas".

En esta población, según explicó Marta al inicio del proyecto a “Tribuna Complutense”, no existe ningún tipo de presencia veterinaria, "por lo que esta situación se prolonga en el tiempo y se agrava cada vez más, sobre todo teniendo en cuenta que la isla está repleta de cachorros que en pocos meses se convertirán en adultos fértiles capaces de producir más y más cachorros.

Y lo único que puede asegurar la salud de las poblaciones caninas y, por ende, de la población humana, es la actuación veterinaria", lo que conocemos como el enfoque "One Health/Una Salud"

El problema es que, según relata Marta, la comunidad que convive con ellos no interioriza que el cuidado y sanidad de estos es un seguro para su propia salud por lo que su labor también pasa por la educación y la concienciación de la comunidad, que son las herramientas más potentes con las que puede contar un equipo veterinario, para asegurarse que en las próximas intervenciones no habrá que partir de cero.


La labor de concienciación de la poblacion es fundamental para el éxito del proyecto

Según los datos que nos ha facilitado Marta, han brindado atención médica a 74 perros (más un cerdo y un caballo). El equipo de 4 veterinarios esterilizó 62 perros (aproximadamente un tercio de la población total de Nomuka), de los cuales 21 eran hembras y 41 machos lo que significa evitar varias generaciones de cachorros no deseados, mejorar enormemente la vida de esas hembras y reducir la población general (lo que supone menos  perros vagando por las calles y una mejor salud, más alimentos y mejores condiciones para todos los que quedan).

Alrededor del 40% de la población total de perros de la isla llegó a su clínica y todos fueron tratados frente a parásitos internos y externos (que pueden actuar como vectores y transmitir enfermedades a las personas). También trataron muchos cortes, afecciones de la piel, tumores y otras heridas.


El equipo trabaja en duras condiciones pero son felices de poder desarrollar esta importante labor

En cuanto a la vertiente de concienciación de la población, organizaron sesiones educativas para niños de primaria y secundaria en nuestra clínica, enseñándoles cómo cuidar a los perros, cómo ser veterinarios. Todos entendieron que perros más sanos y felices son buenos para toda la comunidad.

Pedraja afirma que todos los miembros de Pacific Hope "tienen mucha ilusión y muchas ganas de demostrar que un pequeño equipo de personas comprometidas con un problema real y mensurable puede devolverle, a base de trabajo, la esperanza a la comunidad animal y humana".

Si quieres ver toda la experiencia, puedes consultar su página de Facebook https://www.facebook.com/PacificHopeProject/ 

Si quieres ayudarles, entra en su página de crowfunding  https://chuffed.org/project/pacifichopeproject