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La lucha contra el intrusismo profesional, una de las prioridades de la Comisión Deontológica de Colvema

El Colegio de Veterinarios de Madrid es consciente de la preocupación existente en relación con el intrusismo profesional que afecta a nuestra profesión y de que diferentes colectivos de veterinarios consideran que sus colegios no se implican lo suficiente, pero Colvema cuenta con una Comisión Deontológica que trabaja y se esfuerza por defender y garantizar la buena praxis, el rigor y la deontología profesional

Miércoles, 13 de junio de 2018

El Colegio de Veterinarios de Madrid en cuanto tiene conocimiento de un caso de intrusismo profesional, a través de cualquiera de las vías posibles, ya sea denuncia de colegiados o de particulares, así  como de oficio, adopta de manera inmediata todas las medidas necesarias a su alcance.

En los últimos años, las actuaciones de Colvema en esta materia han sido muy numerosas como, por ejemplo, la denuncia de una persona que realizaba tratamientos bucales en animales sin ser veterinario, criadores que vendían cartillas veterinarias, asistentes de veterinaria que realizaban procedimientos que sólo puede llevar a cabo un veterinario titulado, páginas web que ofrecían fármacos que están sujetos a prescripción veterinaria sin exigir receta, cursos sobre medicina y fisioterapia veterinaria impartidos por personas sin la titulación de veterinaria y, recientemente, una persona ha sido detenida por ejercer con un título falso de veterinario, gracias a la intervención del Colegio.

Entre nuestras actuaciones, procedemos a enviar requerimientos de cese de actividad a los posibles responsables del intrusismo o a entidades que programan cursos que puedan amparar o incitar a una actividad ilícita o denunciamos en el juzgado.

Igualmente ponemos en conocimiento del SEPRONA los casos que entendemos deben ser investigados para su posterior enjuiciamiento. Asimismo instamos a las administraciones, universidades, tanto públicas como privadas, centros veterinarios, etc, para que no permitan ni amparen que estas intromisiones en la profesión veterinaria se produzcan.

A menudo, probar que se está produciendo un intrusismo profesional es una tarea compleja, que requiere de pruebas que en la mayoría de las ocasiones son difíciles de obtener, ya sea porque quien denuncia quiere mantener su anonimato, como porque hay que coger “in fraganti” al supuesto intruso y poder demostrar la actividad ilícita, aparte de que hay campos difíciles de acotar como de exclusividad de la profesión veterinaria.

El Colegio de Veterinarios de Madrid, a través de su Comisión Deontológica, trabaja y se esfuerza por defender y garantizar la buena praxis, el rigor y la deontología que deben guiar la actuación profesional de los veterinarios.