La salud mental y el bienestar emocional de los veterinarios españoles está cada vez más afectada debido a las condiciones laborales que enfrentan. En los últimos meses, una de las grandes preocupaciones está siendo la puesta en marcha del Real Decreto 666/2023, que ahoga a los profesionales y limita su criterio clínico. A esto se suman las horas en la clínica veterinaria, la falta de relevo en labores de producción o el escaso reconocimiento de los profesionales como esenciales en salud pública.







