Los representantes de 200 países han decidido hoy decretar la prohibición total del comercio internacional del mamífero más traficado del planeta, el pangolín, del que se calcula que más de un millón de ejemplares han sido capturados en la naturaleza en la última década para satisfacer la demanda en China y Vietnam, donde su carne es considerada un símbolo de estatus y sus escamas se tienen erróneamente por curativas en la medicina tradicional