Ante la emergencia por erupción volcánica existente en la Isla de La Palma, el Colegio de Tenerife, en colaboración con el grupo de veterinarios de dicha Isla, establecieron desde el comienzo de la catástrofe, un sistema organizado para la atención de los animales de compañía y de ganadería que se pudieran ver afectados por la erupción y las evacuaciones de sus propietarios, a cargo tanto de colegiados contratados por el Colegio como de voluntarios