Un estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), junto a otras entidades de investigación en salud animal, ha determinado, tras analizar varias explotaciones de ganadería porcina extensiva, que los abrevaderos, especialmente los manantiales y las charcas con un diámetro inferior a 20 metros, suponen los principales puntos de interacción de riesgo alto o muy alto para la transmisión de agentes patógenos, como puede ser la Peste Porcina Africana (PPA)