En este se reconoce que el hombre tiene la obligación moral de respetar a todas las criaturas vivas, que nadie deberá infligir innecesariamente dolor, sufrimiento o angustia a un animal de compañía u abandonarlo y que toda persona que tenga un animal de compañía o que se ocupe de él, deberá procurarle alojamiento, cuidados y atención