El principal objetivo de los trabajos veterinarios es proteger al consumidor de la posibilidad de que las enfermedades animales afecten a los alimentos y, en consecuencia, se transmitan a las personas.
Los animales que se utilizan como fuente de alimento (leche, carne) deben cumplir con rigurosas condiciones de producción. La lucha contra las zoonosis, la vigilancia de la calidad y la inocuidad de los alimentos, e incluso la investigación en el campo de la biomedicina, son algunas de las principales tareas que cumplen los veterinarios.
La inspección en este campo debe ser capaz de reaccionar a casos de enfermedades animales o epidemias y evitar su propagación. La identificación de los animales tiene un papel fundamental porque posibilita a los inspectores rastrear los animales ante enfermedades epidémicas, detectar el origen y adoptar los planes de prevención más adecuados en cada situación.