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El CIB Margarita Salas lanza una serie de vídeos para reivindicar la perspectiva de género en la investigación

Esta serie de vídeos es fruto de la colaboración con Anna Aguiló y Tatiana López y la realización corre a cargo de Pau Sanclemente.

Aunque está demostrado que las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer afectan a todas las áreas de la salud, el uso exclusivo de ratones macho en las investigaciones científicas sigue siendo una práctica habitual en laboratorios de todo el mundo, un sesgo de género que hace que muchos descubrimientos o fármacos sean no solo inefectivos para la salud de la mujer, sino que a veces puedan incluso resultar dañinos.

Según datos avalados por el National Health Institute (NIH, USA) las mujeres son entre un 50% y un 75% más proclives a sufrir de manera más grave los efectos secundarios de los medicamentos. Un estudio realizado en la Food and Drugs Administration (FDA) en EEUU aseguraba además que 8 de cada 10 medicamentos retirados del mercado tenían efectos secundarios más graves sólo en mujeres.

El vídeo, impulsado desde las Comisiones de Igualdad de Género y de Investigación y Sociedad del centro, forma parte de una campaña que pretende concienciar y visibilizar los sesgos de género presentes en el ámbito de la investigación, así como sus consecuencias para la salud de las mujeres. Para la realización del vídeo se ha contado con el testimonio de la investigadora del CIB Margarita Salas, Patricia Boya, que declara que “para el uso equilibrado de animales de los dos sexos es necesario un cambio de percepción y de tomar consciencia de estos sesgos que también afectan a la investigación preclínica”. Boya también reclama “una legislación más clara al respecto e incentivos que promuevan la inclusión del sexo como una variable fundamental en el campo de la salud”.

Esta nueva serie de vídeos quiere poner voz y nombre a todos esos sesgos en el ámbito de la salud, y hacerlo de una manera rigurosa, entretenida y lúcida. Para que ser mujer no signifique nunca más tener peor acceso a la medicina, y hacer reflexionar sobre los sesgos, muchas veces inconscientes, que pueden operar incluso en la propia práctica investigadora.