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Mesa Redonda sobre la Enfermedad Virus West Nile

Participantes y ponentes: Felipe Vilas, Jesús Carpintero, Miguel Angel Jiménez, José Manuel Sánchez-Vizcaíno, Genaro Astray y Joaquín Goyache

El 24 de noviembre se congregaron cerca de 80 profesionales del sector de la sanidad animal, salud pública y clínica de équidos en la sede del Colegio de Veterinarios de Madrid donde tuvo lugar una mesa redonda sobre la enfermedad del Virus West Nile, una de las denominadas "enfermedades emergentes" que afecta principalmente a aves y que puede transmitirse a équidos y  humanos.

La Jornada fue presentada por el Presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas, que expresó su satisfacción por contar con tan destacados ponentes para ofrecer a los veterinarios toda la información actualizada y práctica de esta enfermedad para así poder estar preparados ante una eventual diseminación de la misma.

En España, tal y como recordó el Subdirector General de Recursos Agrarios de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad  de Madrid, Jesús Carpintero, apareció por primera vez en 2007 y hasta la fecha se han producido 34 focos en Andalucía que han afectado a  39 caballos de los cuales han fallecido 7. En humanos se han dado dos casos de infección sin ningún fallecimiento. En la Comunidad de Madrid hasta ahora no se han registrado focos aunque, según Carpintero, no sería de extrañar que aparecieran en un futuro próximo en alguna de las más de 1.400 explotaciones equinas con las que cuenta la Comunidad que albergan a más de 18.000 caballos identificados.

Miguel Angel  Jiménez, Jefe de Servicio de Coordinación de nivel P3 del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) (VER PRESENTACIÓN), explicó que se trata de una enfermedad producida por un flavivirus del grupo del de la encefalitis japonesa, que se describió por primera vez en West Nile (Uganda) en 1937. En 1999 apareció en Nueva York (EEUU) y  se extendió de forma importante por todo el país donde actualmente ha causado la muerte de 1.423 humanos de los 29.606 infectados (4,8 % ) y de 8.910 caballos de los 27.000 infectados (33 % ).

Jiménez quiso establecer la diferencia del virus que afecta a nuestro país (linaje 1) del de EEUU ya que tiene menor patogenicidad y las aves salvajes son menos susceptibles a él. Aun así advirtió de la presencia en la cuenca euromediterránea de cepas más patógenas como la marroquí. Además señaló que se ha tipificado un virus diferente (linaje 2) en Europa del Este que podría tener mayor patogenicidad y que es más similar al que originariamente apareció en Uganda.

José Manuel Sánchez- Vizcaíno, catedrático de Sanidad Animal de la Facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (VER PRESENTACIÓN) y quizá uno de los mayores expertos a nivel europeo en epidemiología veterinaria, realizó una brillante exposición de las características de la enfermedad, los factores epidemiológicos que la caracterizan, el análisis de riesgos y su aplicación al Plan de Contingencia de la enfermedad en nuestro país. El virus se transmite a través de un mosquito que puede ser del género "culex" aunque no necesariamente (puede transmitirse a través de 80 especies de mosquitos diferentes). Las aves son el reservorio natural del virus y la picadura de mosquitos que a su vez han picado a estas aves es lo que hace que se pueda transmitir a caballos y a humanos.

Según explicó el experto, estos dos últimos son hospedadores finales, es decir, no tienen capacidad de transmisión del virus ya que, para que un mosquito transmita la enfermedad debe transportar una concentración de virus en sangre (viremia) mayor de la que se da en un caballo infectado, por lo que un mosquito que pique a un caballo infectado no puede transmitir la enfermedad a otro pues su capacidad infectiva no sería suficiente. Este dato es importante ya que ha habido países que han cerrado sus fronteras a los caballos españoles basándose en el riesgo de infección cuando, según lo anteriormente expuesto, no tiene base científica.
 
En lo referente al análisis de riesgo hizo un breve resumen de las posibles vías de entrada del virus a través de los movimientos migratorios de aves salvajes, el comercio legal (e ilegal, que es bastante significativo) de aves exóticas, los puntos de entrada de personas procedentes de otros países (fronteras, barcos, aviones...). Destacó el hecho de la influencia de los vientos  y las temperaturas en la circulación de los vectores (mosquitos) y ya en el debate posterior a las ponencias- coordinado por el Decano de la Facultad de Veterinaria de Madrid, Joaquín Goyache- comentó la influencia que el cambio climático está teniendo en la modificación de estos factores. Actualmente, el vector está presente en humedales y en zonas urbanas y periurbanas, principalmente a finales de primavera y verano.

En su presentación se incluye también referencia al Programa que han desarrollado en su Departamento que permite hacer un simulacro online de un brote de esta enfermedad, que puede realizarse desde http://www.sanidadanimal.info/descargas/SIMULACRO_WN.

También se puede consultar un resumen publicado por JM Sanchez-Vizcaíno (VER) en el que repasa los aspectos fundamentales de la enfermedad.

El último en intervenir fue Genaro Astray Mochales, médico Jefe de Area de Epidemiología de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (VER PRESENTACIÓNquien ofreció el punto de vista de la enfermedad en lo que se refiere a su vertiente de salud pública cuando el hospedador infectado por el virus es un ser humano. Explicó que se está aplicando el Plan de Prevención de la Enfermedad de West Nile europeo que implica  prevención, vigilancia y control y que se está elaborando un plan de coordinación para que, en caso de que se produjera una alerta sanitaria importante, se pudiera controlar de manera eficaz como ocurrió con la gripe A.

De todas formas quiso dejar claro que la enfermedad en humanos es asintomática en el 80 % de los casos y solo en un 1 % puede producir afecciones neurológicas graves como meningitis o encefalitis. No existe vacuna para uso en humanos ni antivirales específicos y la mayoría de las veces los síntomas se reducen a los que pueden aparecer en un proceso pseudogripal.

En definitiva, se trata de una enfermedad que hace ya más de 10 años que circula por nuestro país, que no ha provocado muertes en humanos  en España y que ha sido objeto ya de diversos estudios epidemiológicos que han analizado el riesgo ya que, tal y como apuntó Sanchez-Vizcaíno, la clave está en adecuar los sistemas de contingencia y de prevención de la enfermedad a los resultados del análisis de riesgo. Las autoridades sanitarias conocen la enfermedad y están aplicando planes de prevención por lo que no existe una situación de alarma pero sí es cierto que en los próximos años debemos estar alerta para detectar precozmente cualquier foco y actuar rápidamente para controlarlo, tal y como se está haciendo actualmente  de manera eficaz con otras enfermedades.